Hoy en día
hay muchos actores en la atención a un paciente, la tecnología hace mucho más
accesible la información y se hace poco énfasis que se hace en la ética durante
la formación médica. Estos factores, amenazan la confidencialidad. Por tanto,
es fundamental cuidar la intimidad de las conversaciones, la historia clínica y
otros aspectos de la atención en salud, que solo deben ser revelados con
autorización del paciente y solo a las personas que competa directamente.
Además siempre se debe proporcionar al paciente ropa hospitalaria para que se
cubra y hacer uso de cortinas.
La confidencialidad
es un derecho de todos los pacientes y es un deber del personal asistencial
velar por su cumplimento.
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